Brahim Díaz, del Real Madrid, disputa la pelota con Luis Espino.
Brahim Díaz, del Real Madrid, disputa la pelota con Luis Espino.
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EFE

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Real Madrid empató en Vallecas y le da vida a sus escoltas

El partido contra el Rayo Vallecano terminó 1-1.

La reacción de orgullo del Rayo Vallecano en el estreno en el banquillo de Íñigo Pérez, igualando de penalti con el esperado reencuentro con el gol de Raúl de Tomás el tanto tempranero de Joselu, mantiene LaLiga española con vida tras un partido falto de contundencia del Real Madrid, que vuelve a tropezar en Vallecas y reanima a sus perseguidores.

Cuando el encuentro tomaba cariz de paseo del líder en Vallecas, al Real Madrid se le complicó el día. Tras un inicio frenético en el que le pudo costar caro un error en salida de balón de Lunin con los pies, pasó en segundos a encontrar premio con fútbol directo. El movimiento de Fede Valverde a la banda derecha, la carrera poderosa y el centro al remate libre de marca de Joselu. De primeras. De puro 9 que nunca falla.

Había refrescado a su equipo Ancelotti tras el desgaste de 'Champions' y a los tres minutos ya vencía. Superior en todas las facetas, castigando entre líneas con Camavinga superior en la medular, con Fran García dando profundidad en su regreso a Vallecas, Vinicius desequilibrando. El Rayo transmitía debilidad y nerviosismo.

Tras ver anulado el doblete de Joselu porque a Lucas Vázquez se le marchó el balón antes del pase por línea de fondo, el Rayo encontró el premio a su despertar. Asomaba por bandas, aprovechando la falta de ayudas de Vinicius que le costaron la reprimenda de Nacho, y encontrando en la derecha el filón. El Pacha encontró espacio, la puso atrás y el disparo de Trejo, rumbo a la portería, golpeó en la mano de Camavinga. El VAR advirtió al colegiado y De Tomás, en una temporada aciaga, no perdonó la oportunidad de renacer.

El penalti golpeado con la rabia contenida de un goleador apagado. Su primer tanto en Liga. Potente y centrado arriba. Era el empate que impulsaba al Rayo y desataba una duda inesperada del líder.

Terminaría recurriendo Ancelotti a los titulares que había reservado ante el panorama del encuentro. Después del error de un centrocampista que es central de emergencia. Confiado Tchoauméni en una acción de riesgo, en vez de ceder al portero perdiendo el balón siendo último hombre y salvando el tanto de Álvaro en el último momento.

Con Carvajal, Kroos y Rodrygo en el campo acabó buscando el triunfo el líder. Lo evitó Dimitrievski con su vuelo a la falta de Kroos y el Rayo, recuperando el oficio que tanto añoraba, logró que en los últimos minutos de empuje madridista, con disparo lejano final de Carvajal antes de ser expulsado, apenas ocurriese nada que le pusiera en peligro para sellar un empate de mérito. El único equipo al que no ha derrotado el líder en LaLiga.

EFE

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